De estilo Gótico, con aportaciones renacentistas, es el princial baluarte artístico de la población. En ella trabajaron hombres como Pedro de Cámara, Francisco Hernández o Pedro de Ibarra. En su interior alberga una extraordinaria talla de madera del siglo XIII (protogótico) de Nuestra Señora del Carrascal, representa a una Virgen sentada con el niño en brazos.

    Esta dedicada al Apóstol y Evangelista San Mateo. Posee planta rectangular de dimensiones bastante amplias que desarrolla tres naves, la central mas ancha y alta que las laterales, separadas por gruesos pilares cruciformes góticos que sostienen arcos ojivales fajones y formeros. Estos dividen a la nave central en tramos cuadrados, y rectangulares, en las laterales. Toda esta parte se cubre con sencillas bóvedas de aristas.

     Las tres naves se prolongan hacia la cabecera a modo de falso crucero, siendo la cubierta de crucería con bóvedas de combados típicamente góticas. En su clave aparece esculpido el rostro de San Mateo.

    La cabecera, separada del resto de la iglesia por un amplio arco triunfal, se desarrolla en planta semicircular al interior y al exterior. El cuadro de esfera de su cubierta de cubre con una bóveda en forma de venera  o concha.

    Cabe destacar un bello púlpito don decoración  gótica sobre columnas torneada.     

    La sacristía, situada junto a la capilla mayor en la parte del Evangelio y con acceso desde  ésta , presenta bóveda de crucería con terceletes típica gótica . En el interior , una pequeña puerta da entrada a una bella escalera de caracol que conduce a la espada.

    La antigua torre campanario, apoyada sobre el lienzo de la fachada de los pies, levanta dos cuerpos en altura separados por una cornisa, más el cuerpo superior, hoy desaparecido, donde se alojarían las campanas.

    Dos portadas se abre en los muros para dar acceso al tempo. La situada, en la fachada de los pies es abocinada con arco carpanel apoyado en pilastras y la del mediodía muestra un sencillo arco ojival con arquivoltas sobre pilastras.  Ambas tiene ricas labores decorativas que se adaptan a los cánones estilísticos góticos del siglo xv.

    Los muros, más anchos los de la cabecera, están construidos con aparejo de mampostería reforzados con estribos y contrafuertes de sillares graníticos, y todo él con un remate de cornisa de entellones.

    Las ventanas de la cabecera tiene arco de medio punto con cruces abalaustradas en el centro.

    Como vemos, la iglesia presenta dos partes bien diferenciadas: una más antigua (la mayor parte del templo a los pies del edificio) y otra más moderna que la componen la sacristía, capilla mayor y tramo inmediato a ésta que se levantó a mediados del siglo XVI,  de este estilo renacentista.

    En la documentación del archivo parroquial consta que el maestro del proyecto de reconstrucción fue Pedro de Ibarra, patrocinado por los obispos de Plasencia, Gutierre de Carvajal y Pedro Ponce de León. Segun Carmelo Solís , el concierto entre el obispo y el maestro Ibarra se firmó en el  1,562, llevando la dirección técnica el aparejador de Coria Francisco Hernández y luego Pedro de Cámara, bajo la supervisión del maestro. La reconstrucción comienza en 1,563 y en el 1,570 muere Ibarra por lo que no puedo consumar totalmente el proyecto.

    El obispo de la Diócesis encargó entonces el trabajo a Pedro de Cámara, manteniendo el proyecto original. Después aparece como maestro el trujillano Francisco del Río, autor de las tres capillas de la cabecera. En 1,604 se da por concluido el proyecto, siendo prelado placentino Don Pedro González de Acebedo, cuyo escudos están esgrafiados en los muros de la capilla mayor y de la sacristía, bajo cuyo escudo aparece la fecha de terminación de la obra renacentista: AÑO DE 1,604.

    También en el dintel de la puerta de la sacristía hay otra inscripción que nos informa del comienzo de la obra: ANNO 1,563.